¿Sólo Piedras y ruinas?

Testigos no mudos de nuestro pasado, con lenguaje propio.

 

Desde la asociación del Casco Histórico de Fraga hemos iniciado un ciclo de conferencias sobre la importancia de mantener y recuperar el patrimonio histórico, contando con la  historiadora de Arte Jésica Martí, como conferenciante.

En la primera ponencia la oradora valoró la importancia del trabajo en conjunto que realizan expertos de los diferentes campos de la arqueología para poder datar y estudiar restos arqueológicos. En muchas ocasiones, los restos se encuentran de forma fragmentada y dispersa. La importancia de los yacimientos de épocas tan anteriores es tal que, hay piedras y monumentos que pueden cambiar incluso la historia tal como la conocemos y hemos estudiado.

La ponente, habló de restos prehistóricos e íberos que se encuentran en el término municipal de Fraga. Aportando datos de la situación y localización de algunos de los yacimientos prehistóricos: 21 de la prehistoria Antigua, 9 de la prehistoria reciente, 9 del epipaleolítico, 8 del periodo musteriense, 1 del neolítico, 2 del auriñaciense, 1 del paleolítico superior, 1 del paleolítico inferior, y otro del solutrense además de 9 Yacimientos del Ibérico tardío y cinco del Ibércio pleno. Algunos de ellos se superponen unos a otros. Resaltando la necesidad de proteger dichos yacimientos.

También se habló de Villa Fortunatus, una de las más importantes en la arquitectura rural romana de Aragón. Hoy en día ofrece mucho al que la visita, pero con excavaciones reguladas en sus inicios y realizadas por expertos de las áreas pertinentes, nos podría haber ofrecido mucho más. Podríamos disfrutar por ejemplo de la Venus de bronce que aparece nombrada en los documentos oficiales que dan aviso del encuentro de los primeros hallazgos. Las actuaciones reguladas y correctas en las excavaciones arqueológicas protegen el patrimonio del robo y el expolio.

Fraga es una población en la que han habitado diferentes culturas, incluso cohabitando en el tiempo. Es necesario comprender, que aunque aparentemente los restos de todas estas culturas no se encuentren hoy en día a la vista, no significa que no estén allí. Con imágenes, se brindó la posibilidad de darse cuenta, que en muchas ocasiones solamente hay que ser consciente y saber dónde mirar.

Del plano más general y lejano en el tiempo se pasó a reivindicar el valor de la zona del casco histórico de Fraga, que no es algo a lo que se le deba dar valor, pues ya lo tiene. La proyección de imágenes del mismo, demostró que es un lugar de indudable belleza, aunque para los ojos acostumbrados a verlo no lo aprecien a primera vista. No se habló solamente de la necesidad de dotarlo de los mismos servicios que posee el resto de la ciudad de Fraga. Se habló de lo que transmite, de la morfología de las casas, las calles, o los nombres de las plazas y calles, pueden hablarnos sobre el pasado de la ciudad, las necesidades y los miedos de sus habitantes, la capacidad de resolución de problemas de sus habitantes, la permisibilidad en el cumplimiento o no de las leyes en periodos de hambruna, o de crecimientos demográficos de la población.

El deseo de un pueblo de conocer su historia y su pasado es algo indudable, viene grabado en el interior del ser humano, pero para desvelar la historia de Fraga necesitamos en primer lugar mantener dichos restos, y ponerlos en manos de expertos. Cuando un ciudadano se pasea por sus calles históricas, conociendo el pasado y el corazón de su ciudad, que fue el inicio de todo, es capaz de sentirse orgulloso del lugar al que pertenece, y mucho más tratándose de un sitio con tanto patrimonio como el fragatino, que indudablemente posee mucha variedad, y que siendo presentado de la forma adecuada, puede tener gran poder de atracción.

Esperamos contar con vuestra presencia en  las sucesivas charlas para descubrir Fraga en todo su esplendor.